En Chile, la liquidación forzosa es un procedimiento establecido en la Ley de Insolvencia y Reemprendimiento (N.º 20.720), aplicable tanto a personas naturales como a empresas que no han cumplido con sus compromisos financieros. Este proceso judicial permite que los acreedores —bancos, proveedores o instituciones financieras— soliciten ante un tribunal civil la venta obligatoria de los bienes del deudor para recuperar el dinero adeudado.

A diferencia de la liquidación voluntaria, que inicia el propio deudor al reconocer su incapacidad de pago, la liquidación forzosa surge por la acción de un tercero que busca recuperar sus créditos. Para que el tribunal la admita, los acreedores deben acreditar deudas vencidas e impagas y demostrar que el deudor se encuentra en cesación de pagos. Si el juez acoge la solicitud, nombra a un liquidador concursal, quien administra los bienes, vende los activos y distribuye los fondos entre los acreedores según el orden legal establecido.

📉 Casos recientes y alcance del proceso

En los últimos años, la figura de la liquidación forzosa ha cobrado notoriedad por involucrar incluso a figuras conocidas. Uno de los casos más comentados fue el de una sociedad vinculada al exfutbolista Luis “Mago” Jiménez, cuya liquidación fue solicitada por bancos acreedores. El tribunal designó a un liquidador y ordenó la venta de activos para cubrir las deudas, demostrando que este procedimiento puede aplicarse sin importar el tamaño o la fama del deudor.

Según cifras de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento (SUPERIR), durante 2025 se han registrado 8 liquidaciones forzosas de personas naturales y 74 de empresas, lo que evidencia que el sector empresarial sigue concentrando la mayoría de los casos.

El abogado Ricardo Ibáñez, socio fundador de DefensaDeudores.cl, señala que “este tipo de procedimientos suelen tener un carácter coercitivo, más que reflejar una insolvencia real. Su propósito es ejercer presión sobre el deudor para forzar el pago total de la deuda”.

⚖️ Consecuencias y advertencias legales

Las consecuencias de una liquidación forzosa son inmediatas y de alto impacto: el deudor pierde la administración de sus bienes, se suspenden los juicios en curso y todo se tramita dentro del proceso concursal. La resolución también se publica en el Boletín Concursal de la SUPERIR, quedando disponible para consulta pública.

El propio Ibáñez advierte que “todo abogado que defienda deudores tratará de evitar exponer a su cliente a un procedimiento de liquidación forzosa, dado que las consecuencias pueden ser graves tanto en el aspecto patrimonial como reputacional”.

🧩 Alternativas para evitar la liquidación forzosa

Los expertos recomiendan buscar asesoría legal temprana y explorar opciones como la renegociación administrativa de deudas, un mecanismo que permite reordenar los compromisos financieros y evitar la pérdida total del control sobre los bienes.

En definitiva, la liquidación forzosa es una herramienta legal que puede tener un gran impacto patrimonial y personal. Conocer su funcionamiento y actuar a tiempo puede marcar la diferencia entre perderlo todo o reemprender con nuevas oportunidades.