Un estudio realizado en Finlandia demostró que el contacto frecuente con la naturaleza, las plantas y los espacios verdes puede fortalecer el sistema inmunológico de los niños. La investigación, publicada en la revista Science Advances y dirigida por el científico Aki Sinkkonen del Instituto de Recursos Naturales de Finlandia (LUKE), reveló que los menores que pasan más tiempo en entornos naturales desarrollan una microbiota más diversa en la piel, la boca y el intestino, mejorando su capacidad de defensa frente a virus y bacterias.

🌱 Un experimento con resultados sorprendentes

Durante el estudio, los patios de varias guarderías finlandesas fueron transformados con suelos forestales, huertos y plantas autóctonas. Tras algunas semanas de exposición, los niños presentaron un aumento en las células T, esenciales para combatir infecciones, y una reducción de microbios dañinos como Streptococcus y Clostridium.

Los expertos explican que este cambio se debe a la exposición a microorganismos beneficiosos del entorno natural, que estimulan el sistema inmune de forma equilibrada, algo que suele perderse en ambientes urbanos excesivamente higienizados.

🧬 Incorporar la naturaleza en la vida urbana

“Es la primera vez que se demuestra que integrar elementos naturales en espacios urbanos puede ofrecer protección frente a enfermedades”, afirmó el investigador Aki Sinkkonen. Los resultados abren la puerta a nuevas estrategias de salud pública y educación infantil, donde el contacto con la naturaleza se convierte en un aliado clave para prevenir enfermedades y fortalecer las defensas desde la infancia.

🌍 Finlandia amplía el programa a más guarderías

Tras los resultados positivos, el gobierno finlandés decidió expandir el proyecto a más de 40 guarderías del país, con el propósito de evaluar sus efectos a largo plazo. La medida busca fomentar entornos educativos más verdes y saludables, donde los niños puedan aprender y desarrollarse en contacto directo con la naturaleza.

El estudio ha sido destacado internacionalmente por su enfoque innovador, demostrando que volver a la naturaleza puede ser una de las formas más simples y efectivas de proteger la salud infantil.