La dieta mediterránea es reconocida mundialmente como uno de los modelos de alimentación más saludables, gracias a su alto consumo de frutas, verduras, cereales integrales y aceite de oliva. Pero entre sus ingredientes más conocidos existe un alimento humilde que merece especial atención: la cebolla.

Este vegetal básico en la cocina aporta proteínas, vitamina C, hierro, calcio y potasio. No obstante, su verdadero poder nutricional reside en un compuesto natural llamado quercetina, un antioxidante que le otorga múltiples beneficios para la salud.

🌿 La cebolla, un “superalimento” sin marketing

La médica y nutricionista Magda Carlas sostiene que, aunque el término “superalimento” suele usarse con fines comerciales, la cebolla merece un lugar en esa categoría por su alta densidad nutricional y sus efectos positivos en el organismo.

Según la especialista, la cebolla ayuda a reducir el riesgo cardiovascular, favorecer la circulación y combatir la retención de líquidos. Además, gracias a su contenido en potasio, puede ser una aliada eficaz para controlar la presión arterial y apoyar el funcionamiento del sistema renal.

💪 La quercetina: el antioxidante que hace de la cebolla un alimento medicinal

El compuesto estrella de la cebolla es la quercetina, un flavonoide concentrado principalmente en las capas externas. Este potente fitonutriente posee propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que ayudan a proteger las células del daño oxidativo y a ralentizar el envejecimiento.

Investigaciones científicas relacionan la quercetina con la reducción del riesgo de enfermedades inflamatorias, la prevención del deterioro cognitivo y la mejora de la salud cardiovascular. También cuenta con propiedades antihistamínicas, por lo que puede beneficiar a personas que padecen alergias o infecciones respiratorias.

Este flavonoide también está presente en otros pilares de la dieta mediterránea, como las manzanas, uvas rojas, té verde, brócoli y frutos rojos, reforzando su papel como antioxidante esencial para el bienestar general.

🧂 Un pequeño sacrificio con grandes beneficios

Aunque cortar cebolla puede causar lágrimas por sus compuestos de azufre, los beneficios nutricionales compensan con creces ese efecto. La doctora Carlas recomienda enfriar la cebolla antes de cortarla, hacerlo bajo el agua o usar un cuchillo bien afilado para reducir la irritación.

Incluir cebolla de forma regular en la alimentación no solo realza el sabor de los platos mediterráneos, sino que también fortalece el sistema inmunológico, favorece la salud del corazón y ayuda a mantener una presión arterial equilibrada.